En el termino municipal de Sorzano han aparecido miles de restos prehistóricos de piedra tallada y pulimentada. Todos ellos se han recogido en superficie, por lo que resulta imposible toda reconstrucción estratigráfica. Sin embargo, estos restos son testimonios claros que nos muestran que el hombre prehistórico debió frecuentar y vivir en estas tierras en aquellos remotos tiempos.
El material recogido, casi exclusivamente lítico, revela por lo menos la existencia de cuatro estaciones (en Las Tinieblas, Las Planas, Las Llecas y La Dehesa) que pueden ser atribuidas a finales del Neolítico y principios de la Edad del Cobre.
Estos yacimientos de Sorzano están asentados por encima de los 600 metros, en una altiplanicie al pie de monte, junto a bosques y corrientes de agua. Su posición estratégica controla la vega del río Iregua. su presencia se puede detectar porque aparecen en superficie piedras de sílex, frecuentemente concentradas en corros que parecen estar relacionados con fondos de cabañas.
Todo esto parece indicarnos que aquellos antiguos habitantes de Sorzano pertenecieron a un Neolítico final y que siguieron habitando en este terreno hasta un Neolítico avanzado, cuando el metal era ya conocido.
Sorzano es un nombre prerromano, latinizado o revestido del sufijo latino “-ano”, antropónimo (se refiere a una persona) y cuyo significado nos es desconocido por ahora. Este nombre nos está indicando claramente la existencia de una población muy antigua, prerromana, que se mantuvo e incremento durante el periodo de dominación romana.
Romano es un horno hallado encima del pueblo y que parece ser el Hipocaustum de un acuartelamiento. Hacia el sur, en Peña Moya, hay un cementerio también romano de finales del siglo IV. En una de sus tumbas se encontró una pequeña hacha arrojadiza.
En el año 1066 la Reina Doña Estefanía, viuda del rey Don García el de Nájera, dejó en testamento a su hijo Don Sancho, junto con Viguera y otros pueblos, el de Soricano (Sorzano), nombre que es estudioso ángel Casimiro de Govantes -en el diccionario Geográfico e Histórico de España, editado en 1846- no duda en identificar con Sorzano.
Posteriormente, en el año 1074 aparece una cita con el nombre de “solarana”en unas escrituras de donación de los reyes de Pamplona Don Sancho y Doña Placencia, al monasterio de los santos Cosme y Damián. Antes de la creación de la provincia de Logroño en 1833. Perteneció a las provincias de Burgos y posteriormente de Soria.
Fue aldea dependiente de Nalda hasta el año 1632, fecha en la que el vecino Juan Calvo Estefanía consiguió la declaración de villa independiente de manos del rey Felipe IV.
Formaba parte del señorío de los marqueses de villena, quienes nombraban a su alcalde ordinario.
Hasta la creación de la provincia de Logroño, por Real Decreto el 30 de noviembre de 1833, perteneció a primero a la de Burgos y posteriormente a la de Soria.
Cuenta la villa con numerosos hijos Ilustres: Francisco Calvo Escudero, secretario del monarca Felipe II, que dejo en su testamento, fechado en 1589, tan importante dotación para los estudiantes y huérfanos de Sorzano que aún pudo mantenerse hasta el siglo pasado; Juan González del Castillo y Angulo, nacido en 1639, que ocupó cargos de responsabilidad en la Secretaría del Estado del reino de Nápoles y fié nombrado caballero de Santiago; el citado Juan Estefanía, quien consiguió la independencia como villa de su población natal y realizó, en 1634, las obras de conducción de agua de regadío desde un monte circundante; Pedro Estefanía y Sorriva, miembro del Consejo de Hacienda, quien legó sus bienes para la escuela de Sorzano en 1744; Diego Calvo, coronel de Ingenieros y director en una de sus fases, de las obras del Canal de Castilla; y Santiago Nobajas Calvo, nacido en 1794, quien fundó en la localidad una escuela que regentó durante sesenta y cuatro años, educando a varias generaciones y convecinos.